Los productos congelados se han convertido en indispensables en nuestra cesta de la compra. La falta de tiempo, la comodidad y su menor coste sin renunciar a la calidad son algunos de los motivos por los cuales los consumidores han introducido estos productos en su compra habitual. Sin embargo, existen otras muchas razones por las que comprar productos congelados y te las contamos en el post de hoy, ¡sigue leyendo!
El uso de los productos congelados es cada vez más habitual en los hogares españoles, principalmente, porque resulta la mejor fórmula para preservar y mantener los alimentos ya que frena el proceso de degradación de los mismos y evita la aparición de bacterias. Además, el cambio en los hábitos de consumo de las personas en la que apenas se dispone de tiempo para cocinar y se da prioridad a otras cosas como el ocio o el trabajo, han propiciado el aumento del consumo de los productos congelados.
El consumo de productos congelados, además de ahorrarnos tiempo y mantener los productos en buen estado durante más tiempo, nos proporcionan una serie de ventajas entre las que encontramos:
Conservación segura de los alimentos
La congelación supone la mejor forma para conservar y mantener los alimentos. Se mantienen libres de patógenos evitando así la aparición de bacterias, parásitos y microorganismos, al ralentizar el proceso natural de degradación de los alimentos. Además, gracias a las nuevas técnicas de congelación, es posible preservar sus propiedades intactas y mantener su textura, apariencia y sabor. Vital en este aspecto también es el control de la cadena de frío para evitar que se rompa y se degrade el producto. En Fishbox trabajamos para garantizar que la cadena del frío no se rompa y ofrecer a nuestros clientes productos de la máxima calidad.
Ahorro de dinero
El precio de los productos congelados suele ser más económico que el de los productos frescos debido que pueden ser producidos y almacenados en grandes cantidades durante todo el año y, por lo tanto, permite reducir costes, que el precio sea menor y que se mantenga constante. Además, el producto congelado nos permite aprovechar y consumir el 100% del producto comprado ya que son completamente comestibles y, al presentarse en la mayoría de los casos ya limpios y listos para cocinar, no se desperdicia el producto.
Listos para comer
Una de las principales ventajas de los productos congelados es su facilidad de preparación ya que, algunos preparados no necesitan más que descongelar, aliñar y a disfrutar, lo que se conoce como ready-to-eat. Esto es resultado de un mercado que ha ido adaptándose a las nuevas demandas del sector en el que la falta de tiempo es evidente. Podemos disfrutar de infinidad de productos en cualquier momento, sin renunciar al sabor y a las propiedades de los alimentos.
Son fáciles de almacenar
Resulta mucho más fácil almacenar un producto congelado en el congelador de nuestras casas, haciendo posible disponer de cualquier variedad de producto independientemente de la temporada del año en la que nos encontremos y pudiendo conservarlo durante un largo periodo de tiempo sin que pierda sus propiedades y nutrientes.
Son muy versátiles
Los productos congelados resultan muy versátiles debido a que es posible cocinarlos o prepararlos mediante muchos sistemas al igual que los productos frescos. Como bien hemos dicho, los hay que pueden consumirse directamente descongelándose, otros pueden cocinarse directamente en agua hirviendo, en el caso de las verduras, otros pueden simplemente saltearse en una sartén u otros son adecuados para calentar en el microondas, entre otras posibilidades.